Has pedido un préstamo y, de pronto, tu situación económica cambia. Pero no sabes si vas a tener problemas con la devolución de algunas cuotas y todo se puede complicar. ¿Solución? Nos remontamos al pasado para resolverlo.
La pignoración permite entregar una “prenda” a modo de aval que garantice la cobertura económica del dinero solicitado. Veámoslo con mayor claridad.
Pignoración de un préstamo, del latín “pingus”
El origen etimológico de la palabra pignoración proviene del latín. El significado de “pignus” en latín viene siendo algo así como “garantía” y su plural es “pignora”. Ya en tiempos antiguos se estilaba dejar algo a modo de señal como garantía de un pago o intercambio.
Tomando en consideración estos términos, llegamos a la raíz del significado del término “pignorar”.
¿Qué es pignorar?
Pignorar es dejar o entregar un bien a alguien a modo de garantía por un préstamo, servicio o dinero que nos ha concedido, de manera que “avale” nuestra intención de pago de la deuda.
Pignoración significado
En base a todos estos términos y significados, la pignoración viene resultando la operación financiera consistente en otorgar un préstamo a cambio de un bien (una prenda).
De no realizarse la devolución de la cantidad correspondiente al préstamo (y los intereses pactados o impuestos que intervengan en el acuerdo), se ejecuta esa garantía y “la prenda” pasa a ser propiedad de la entidad o persona que concedió ese dinero como pago por el mismo.
Garantía de pago personal
Cuando se solicita un préstamo se justifica una garantía de pago mediante la capacidad económica o el patrimonio de que se dispone (o se tendrá). Hay supuestos en que prestamistas y entidades bancarias exigen una garantía extra para la concesión de la cantidad solicitada o el servicio solicitado. Esto es: la pignoración de una de tus propiedades o bienes.
Características de la pignoración
Es una especie de garantía, un rehén económico cuyo valor satisface el dinero solicitado (o sea mayor). Y este bien, patrimonio o propiedad puede ser un activo o varios, tanto físico como financiero. Por ejemplo, se puede formalizar una pignoración utilizando acciones, un vehículo, un terreno o un depósito bancario, entre otros.
¿Quién puede ofrecer esa garantía? El bien ofrecido puede ser propiedad del titular del préstamo o de un tercero que ejerza como una suerte de aval con límites para su patrimonio. Es decir, solo arriesga ese bien en caso de impago.
Las características de la pignoración convierten este recurso en una opción financiera peculiar. Desde la base de su significado actual, hay otras particularidades que hacen a la pignoración un elemento a tener en cuenta:
- La señal, u objeto pignorado, debe ser físico. Esto quiere decir, tangible. No valen las promesas o los “futuros” proyectos. Por eso se ofrecen para la pignoración bienes como vehículos, cuentas corrientes, joyas o bienes culturales como cuadros).
- La garantía sirve para formalizar un préstamo o para un contrato por un servicio, como puede ser la ejecución de una obra de vivienda.
- De no cumplirse con lo acordado en el contrato o no se satisfaga la devolución del préstamo en los términos acordados, el objeto en garantía pasa a ser propiedad de la otra parte.
Marco legal de la pignoración
Aunque el ejercicio de la pignoración no es un término económico complicado, su explicación puede resultar compleja. Y aunque pueda parecer un recurso manido en cuanto a finanzas dada su utilidad, no es una herramienta financiera que suele utilizarse frecuentemente.
De hecho, ya su mera regulación está contemplada en varios textos correspondientes al Código de Comercio, artículos del Código Civil y leyes específicas. Esta fragmentación permite una regulación de la pignoración muy precisa en cuanto a su marco legal.
Esto garantiza ventajas de la pignoración para todas las partes intervinientes en el acuerdo.
El prestamista o la entidad bancaria no pierde la cantidad prestada al disponer de un bien que cubra con su valor la misma.
El solicitante del crédito accede al préstamo de manera rápida al aprovechar un bien en propiedad como garantía para el mismo. Y un posible aval no pone en riesgo la totalidad de su patrimonio al dejar en prenda únicamente un bien.
Las características de la pignoración y su estricto control bajo la regulación legal ha convertido esta acción financiera en un recurso muy utilizado. Tanto, que el acceso a las licencias de taxi se realiza mediante pignoración para poder empezar a trabajar aunque no se disponga del valor de la plaza.
Exención de pignoración
La ley es muy concreta en lo que respecta a la pignoración y prohíbe específicamente que los fondos de pensiones puedan ser pignorados.
¿Qué se puede pignorar?
Las aplicaciones de la pigmentación tienen cabida en varios ámbitos. Para comprenderlos, vaya un apunte de diferentes ejemplos de pignoración:
Préstamo pignoraticio
Es posible pignorar productos financieros o una cuenta de un fondo de inversión a plazo para conseguir la financiación que necesitamos.
Pignoración de acciones
Si nuestro interés es el mercado bursátil pero no disponemos de liquidez suficiente para invertir en las acciones que tenemos como objetivo, se pueden pignorar esas propias acciones como garantía para el préstamo solicitado.
Pignorar una herencia
Si recibimos en herencia bienes muebles pero no disponemos de la cantidad de dinero necesaria para abonar la tasa correspondiente al impuesto de sucesiones, se puede solicitar un préstamo pignorando una parte de dicha herencia.
Pignoración de un préstamo personal
La pignoración en un préstamo personal puede ser una vía directa para acceder a la financiación que se necesita. De alguna forma, es una manera de poner sobre la mesa una garantía de pago real.
Si los ingresos presentados o los avalistas que cubren una solicitud económica no cubren en su totalidad los requisitos para la concesión del préstamo, puede recurrirse a la pignoración de un bien para conseguir salvar esas dificultades.
¿Por qué puede ser interesante pignorar un préstamo personal?
De entrada, los costes asociados a la pignoración son inferiores a los inherentes a la formalización de créditos hipotecarios, ya que no se contempla la tasación de la vivienda o el pago de los Actos Jurídicos Documentados.
De hecho, para la formalización de un préstamo con pignoración solo es necesario documentar ante notario en escritura pública o póliza intervenida esta operación.
Además, la presentación de una garantía adicional de pago mediante la pignoración de un bien permite obtener un mayor capital en el préstamo y conseguir intereses a un nivel más competitivo.
Es una forma de recurrir a un préstamo sin reunir los requisitos para la obtención del mismo. Y, aunque es una herramienta útil a nivel financiero, desde Fintya recomendamos sopesar detenidamente el bien a pignorar antes de contratar este producto. Debe ser un elemento que no se va a utilizar durante la duración del préstamo y conviene asumir que de no poder enfrentar la devolución de las cuotas se perderá la propiedad del mismo.